Qué abrazo ofrecerte … Aquel donde los brazos acunan y las palabras como un susurro abrigan y llenan de mimos. El abrazo apresurado y sentido que reconforta tras un duro camino. El abrigo de consuelo, con la voz callada y la fuerza medida para levantarte del suelo. El del calor acelerado, asistido por las manos, donde el aire importuna y la respiración se acompasa. Aquel imaginado o vivido tras un sueño inconcluso, aquel inventado sobre sombras al rescoldo de la ilusión perdida. O ese otro imperfecto, mezcla de muchos otros no dados, temeroso y lleno de sobresaltos, cariñoso, tierno y discreto. Aquel lleno de ganas, de deseo indeciso, de momentos arrebatados a una ilusión robada a mi tiempo. Qué abrazo ofrecerte … Si quisiera compartirlos todos, a pesar de saberlos rotos, acumulados en el tiempo y en la solitaria realidad de estos versos.
José A. González Correa
