Creadores de conciencia es un proyecto que nace por iniciativa de DKV, una empresa que conmemora el vigésimo aniversario de su obra social con el generoso empeño de poner en valor el trabajo de los fotorreporteros y reconocer con ello la trascendencia de su oficio: añadir luz a la oscuridad y dar voz a los que no la tienen.
La labor de estos profesionales sostiene el primer frente de la veracidad en la comunicación, sobre ellos descansa la credibilidad de los medios que publican sus imágenes. Practican un oficio voluntariamente silencioso, vocacional a veces, y con grandes dosis de riesgo, desprecio a la comodidad personal y a la seguridad económica.
Suelen ser individuos solitarios, hechos al oficio de cazador, dotados de un sentido de la realidad extremo, hábiles en la estrategia del acercamiento y de la más diversa procedencia en intereses y formación. Anclados a su compromiso profesional, a la decisión voluntaria que les ha llevado hasta allí, su meta es la foto, y no les preocupa su trascendencia ni repercusión. No pretenden adoctrinar a nadie y sin embargo la fuerza de sus imágenes provoca conciencia y tuerce voluntades aún a su pesar.
Acusados a veces de esteticistas de la miseria humana, su trabajo se instala en la gestión del contenido y de su forma. Es el eterno problema de la comunicación de las catástrofes humanas, cuando la dureza del contenido se representa bajo una soberbia forma estética. En no pocos casos, esas acusaciones suelen ser el subterfugio al que se acogen los que prefieren defender el paraíso de la no conciencia.
El trabajo de los cuarenta fotógrafos expuesto aquí conforma un mapa de hechos que resultan a la postre un retrato veraz de los dilemas a los que se enfrenta la comunidad mundial en su presente y en su futuro. Un dibujo trazado sobre unas imágenes que hablan de compromiso, testimonio personal y excelencia profesional.